Temporada 2019
Segunda serie de conciertos
Temporada 2019
Segunda serie de conciertos
Uno de los muchos atractivos de cualquier temporada de conciertos es, sin duda, la estructura general, el gran arco que se delinea a lo largo de ocho, nueve o diez meses, según la orquesta de la que se trate.
Personalmente, siempre he tenido una predilección por dividir una temporada anual en series, no importando si va de enero a diciembre o de agosto a mayo, pero siempre enfocadas a tópicos específicos que muestren un hilo conductor y, a la vez, una integración balanceada y atractiva a lo largo del año por las obras que se incluyen en cada programa.
La fórmula convencional -sobre todo en el Siglo XX- de Obertura, Concierto, Sinfonía y/o similares, ciertamente funciona de maravilla en cuanto al peso específico de cada obra y nos ofrece una especie de degustación auditivo/emocional en tres tiempos, por decirlo de una forma gastronómica.
Así, al pensar en una serie de conciertos específica, el gran reto -como todo- son las famosas 5 “Ws” en inglés:
Por más que he tratado de encontrar un símil en castellano, aún no lo encuentro, y vaya que llevo 45 temporadas programando y diseñando diversas series dentro de esa cantidad de temporadas. Lo que quiero decir es que estos cinco principios son muy útiles para balancear los diversos aspectos que una atractiva temporada con sus respectivas series, debe tener.
En esta Segunda Serie de la Temporada 2019 de la OSUANL, como en la anterior y las que seguirán, el título con el que he designado cada una, explica en sí mismo el tópico a abordar: Pasaporte Musical. Permítanme retroceder un poco y mencionar que en la Primera Serie el título Homenajes es tan amplio como actividades humanas hay en el mundo, ya que se puede homenajear a todo y de todo. El reto fue que cada programa fuera congruente y balanceado y, al mismo tiempo, tuviera sentido en cuanto al arco del que hablé al principio en la secuencia de la temporada toda.
En esta Segunda Serie los límites de programación, si bien son amplios, también son limitados porque hay cierto número de países en el mundo y son éstos los que me dictan hasta dónde “puedo” programar. Existe también la realidad innegable de que, para hacer un programa balanceado en sí mismo, no todos los países gozan de una cantidad inagotable de compositores o de obras que permitan tener un abanico amplísimo dentro del cual escoger: es obvio que países de Europa Occidental han producido más compositores prolíficos que otras regiones del orbe.
Es el deseo de su Orquesta, la OSUANL, y el mío propio, que disfrutes este viaje sonoro por ocho países en el que presentamos 17 obras de 16 compositores que nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas.
Muchas gracias.
Eduardo Diazmuñoz
Director Artístico y General
Orquesta Sinfónica de la UANL